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Las Cumbres y sus temas
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Abril de 2001 - Cumbre de Quebec
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Contexto
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En el momento en que las Américas ingresan a un nuevo milenio, se puede decir que en el balance continental del decenio anterior, los aspectos positivos son superiores a los negativos. Sin embargo, no hay que enorgullecerse por eso; los progresos alcanzados en muchos sectores se contraponen a los resultados mediocres o desiguales obtenidos en otros campos:
El índice de crecimiento económico ha mejorado en relación con el "decenio perdido" de los años 80, la inflación ha disminuido en gran medida y el Continente Americano, aplicando la economía de mercado, ha iniciado negociaciones para el libre comercio en una acción global destinada a promover un crecimiento sostenible. Al mismo tiempo, persisten las desigualdades y, en algunos casos, aumentan, amenazando con minar nuestra capacidad de construir un futuro más próspero y más seguro.
Esta tercera reunión de la serie iniciada en 1994 en Miami con la adopción de un compromiso en favor de la acción colectiva, y que continuó con una profundización de la cooperación continental en Santiago en 1998, al enmarcarse en el proceso que conduce a la Cumbre de las Américas 2001, brinda una ocasión adecuada para proceder a un balance de los logros anteriores y para abrir nuevas perspectivas. Uno de los objetivos principales debe ser la realización de un proceso coherente, en el que las lecciones de la experiencia y una evaluación cuidadosa de las condiciones y las tendencias actuales converjan en la adopción de decisiones orientadas a largo plazo.
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