Las hojas del grelo y del roble son emblemas de la Galicia que se renueva en el invierno y en el verano. Los gallegos somos comedores de patatas, pero los grelos, las hojas que brotan de los nabos entre diciembre y marzo son un manjar que encuentra todo su ser en el caldo, cuando se cuece con la carne de cerdo salada. La hoja de roble es, por el contrario, un símbolo cultural ancestral de las enramadas robledas, los bosques sagrados de la prehistoria, los sitios de reunión en las ferias y la sombra acogedora para las fiestas, el lugar donde la tribu, la parroquia, regresa anualmente para celebrar un encuentro ritual con bailes y comidas propias del lugar. Pero si usted viene a Galicia no deje de probar un poco de todo; en los bares y tabernas encontrará "tapas", cantidades muy pequeñas y de poco coste, que le permitirán un recorrido por la extensa y variada gastronomía del país, antes de hacer su elección en los restaurantes, donde junto a las carnes y los guisos encontrará los productos del mar, entre los que reinan siempre los mil y un sabores de los mariscos atlánticos.
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