Letra: Vicente López y Planes
Música: Blas Parera
I
¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡Libertad, libertad, libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas:
Ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
Una nueva y gloriosa Nación:
Coronada su sien de laureles
Y a sus plantas rendido un león
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
II
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar:
La grandeza se anida en sus pechos
A su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas
Y en sus huesos revive el ardor,
Lo que ve renovando a sus hijos
De la Patria el antiguo esplendor.
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
III
Pero sierras y muros se sienten
Retumbar con horrible fragor,
Todo el País Se conturba por gritos
De venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
Escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
Provocando a la lid más cruel.
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
IV
¿No los veis sobre Méjico y Quito
Arrojarse con saña tenaz,
Y cuál lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
Luto y llantos y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
Todo pueblo que logran rendir?
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
V
A vosotros se atreve, argentinos,
El orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
Tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
Su feliz libertad sostener,
A estos tigres sedientos de sangre
Fuertes pechos sabrán oponer.
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
VI
El valiente argentino a las armas
Corre ardiendo con brío y valor,
El clarín de la guerra, cual trueno,
En los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
De los Pueblos de la ínclita Unión,
Y con brazos robustos desgarran
Al ibérico altivo león.
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
VII
San José, San Lorenzo, Suipacha.
Ambas Piedras, Salta y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
Del tirano en la Banda Oriental,
Son letreros eternos que dicen:
Aquí el brazo argentino triunfó,
Aquí el fiero opresor de la Patria
Su cerviz orgullosa dobló.
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
VIII
La victoria al guerrero argentino
Con sus alas brillantes cubrió,
Y azorado a su vista el tirano
Con infamia a la fuga se dio;
Sus banderas, sus armas se rinden
Por trofeos a la Libertad,
Y sobre alas de gloria alza el Pueblo
Trono digno a su gran Majestad.
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
IX
Desde un polo hasta el otro resuena
De la fama el sonoro clarín,
Y de América el nombre enseñando
Les repite: ¡Mortales, oíd!
¡Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡Al gran Pueblo Argentino, Salud!
Coro
Sean eternos los laureles
Que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
O juremos con gloria morir.
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